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“RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL: DESDE NUESTRA IDENTIDAD PARA NUESTRA REALIDAD”.

RSE en el hoy de las Organizaciones en el Perú: el desafío de las MYPES y su papel decisivo en la RSE en el Perú.

Mucho se ha escrito y se viene desarrollando sobre esta materia que ya es una Herramienta de Gestión que viene siendo incorporada en los Planeamientos Estratégicos de las Empresas, Asociaciones, Corporaciones en el mundo entero y en el Perú.
Si bien es cierto ya ha sido enmarcada como un “stándard” ISO, específicamente ISO:26000, la misma se presenta no como una Certificación como el caso de ISO 9000 para Calidad o la ISO 14000 para aspectos medio ambientales, mas sí como lineamientos que podrán identificar si una empresa es socialmente responsable o no.
En el caso del Perú, ya un equipo ha venido trabajando en este tema y la entidad que será la encargada de “validar” si una empresa es socialmente responsable o no es INDECOPI (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual y depende de la Presidencia del Consejo de Ministros).
Ante los índices macroeconómicos positivos , Estabilidad Jurídica,  Reservas Internacionales que superan los 30,000 millones de dólares; Balanza Comercial positiva,  inflación por debajo de un dígito;  y ya casi tres años con un crecimiento por encima del 5%; el Perú se ha convertido, además por su posición geográfica estratégica en el Pacífico y la diversidad de productos y regiones (con sus respectivas riquezas culturales, legado del Imperio Incaico y Culturas Pre Incas), así como riqueza en yacimientos mineros (oro, Plata, cobre, hierro, fosfatos) y de hidrocarburos, especialmente el Gas Natural,  en un importante destino de inversiones extranjeras.
Estas, han impulsado, sin lugar a dudas, a que el empresariado peruano vaya tomando mayor conciencia de la necesidad de la incorporación en sus Planes Estratégicos de este elemento de RSE, para el que hay diversas visiones tanto en su concepción como en su aplicación. Este proceso de incorporación de políticas en RSE no ha sido progresivo, ha sido diríamos un tanto a “presión” por las exigencias de las Empresas Multinacionales que traían consigo Mayores Estándares, ya no sólo en el aspecto Medio Ambiental, sino en lo referente al impacto en el ser humano y su entorno como comunidad en cada Proyecto; sea Minero, Vial, Portuario, Hidrocarburos, Agroindustrial, Servicios Financieros etc. dado que el crecimiento del Perú ha sido y sigue siendo vertiginoso.
Los índices de crecimiento exponencial en el sector construcción, por ejemplo, que representa el 5.2% del PBI del Perú así lo ratifican.
Sin embargo, consideramos que tanto el desarrollo del Concepto como su implementación en las diversas Organizaciones en el Perú es aún incipiente y como que gran parte del empresariado no visualiza claramente el costo-beneficio de la implementación de un Sistema en Responsabilidad Social Empresarial, lo que no quiere decir que no apliquen políticas socialmente responsables en el marco de sus Misiones, Visiones y Valores y ejecuten actividades en esta línea.
El tema es que las mismas no están Articuladas y no son Transversales a toda la Organización o Empresa, se presentan como acciones aisladas.
Y estas dos características son fundamentales en la implementación de políticas de Responsabilidad Social Empresarial:

  1. Que sea Transversal a toda la organización.
  2. Que no sean políticas aisladas sino articuladas a partir de un Diagnóstico Previo y un Diseño Estratégico.

En ese sentido, ya hay empresas que tienen inclusive Jefaturas en RSE y políticas específicamente enunciadas sobre el tema,  Corporaciones como Graña Y Montero, Cementos Lima (Asociación Atocongo: específicamente creada para este fin); Kimberly-Clark Perú; Minera Newmont-Yanacocha; Antamina; Grupo Ares; Corporación Añaños; Minera Buenaventura son algunos ejemplos de Empresas y   Corporaciones Peruanas y en el caso de KKC de una Corporación extranjera en el Perú que vienen implementando la RSE como un sistema de Gestión.
Quisiéramos recalcar aquí el caso de Minera Buenaventura, dado que la actividad minera genera mucha polémica, pues aún existe por un lado la informalidad en la pequeña minería y por otro falta de información en las poblaciones donde se explota tal o cual recurso natural por la Mediana o Gran Empresa Minera con capitales Nacioales y extranjeros y con la debida responsabilidad y cuidado, poblaciones éstas  que son sujetas de recepción del “Canon Minero”.
Minera Buenaventura, hablaremos puntualmente de su presencia en Orcopampa, población ubicada en el departamento de Arequipa, Macro Región Sur a 8 horas en carro de ruta de Arequipa Ciudad, a más de 4,000 msnm y donde se explota oro.
Minera Buenaventura, concibe la Responsabilidad Social como “Compartida”, es decir el receptor o “stakeholder” no es un agente pasivo sino activo en su propio desarrollo.
Es importante detenernos en este concepto que es clave para la implementación de toda política en RSE.
El concepto, o mejor dicho ya la teoría del  “ stakeholder” está íntimamente ligada al de RSE y así lo han desarrollado varios autores: el stakeholder es toda aquella persona o grupo de personas sobre las que la actividad o presencia de la empresa, Institución Asociación etc genera algún tipo de impacto y está en su área de influencia, no sólo geográfica, sino también social, existencial. Son personas o grupos que tienen  intereses legítimos y un valor intrínseco y que por lo tanto merecen valor por sí mismos.
Ya Donaldson y Preston (1995) nos hablan del concepto y de su triple valor:

  1. Precisión Descriptiva:   se propone que la empresa es una suerte de constelación de intereses en cooperación y competición entre ellos.
  2. Valor Instrumental:   remonta el hecho que la gestión de los stakeholders se ve necesaria para alcanzar los objetivos utilidades, crecimiento.
  3. Valor Normativo: indica que la razón para adoptar estos lineamientos es categoría de exigencia filosófica (ontológica añadiríamos, de exigencia del SER) y Etica.

Ellos afirman, como está reseñado en el libro “Responsabilidad Social Empresarial y Resultados de Empresa; Hacia una Síntesis Competitiva” de Mario Molteni y Elena Rossato-(Fondo Editorial UCSS pg. 24), “que los tres valores se insertan uno en el otro de manera concéntrica: “La armazón externa de la teoría es el aspecto descriptivo; la teoría presenta y explica las razones que se observan en el mundo externo. La precisión descriptiva de la teoría está apoyada en el segundo nivel por su valor instrumental y predictivo: si se adoptan unas reglas entonces se obtendrán unos resultados. El corazón de esta teoría es de todas maneras normativo” (Donaldson, Preston, 1995)”.
Lo que queda claro con el ejemplo peruano de Minera Buenaventura es que la RSE NO es sinónimo de filantropía, asistencialismo, o de implementación de políticas y acciones puntuales en una comunidad determinada y que el stakeholder no puede y no debe ser un “agente pasivo” sino “agente activo” de su propio desarrollo.

De esta forma Minera Buenaventura viene haciendo mejoras en la Calidad de Vida de las Poblaciones de Orcopampa y aledañas con el concurso y participación de los pobladores dando mano de obra a hombres y mujeres, fuera de la actividad minera propiamente dicha como en lo que pudimos apreciaren su momento para la implementación de toda la nueva red de agua y desagüe y alcantarillado en Orcompampa incorporando además a la RSE un interesante y completo Enfoque de Género y un elemento de desarrollo sostenible.

Ahora bien, hablar de realidad peruana y RSE sin hablar de MYPES es una utopía o un reduccionismo o miopía injustificables: las cifras hablan por sí solas: el 99.72% de empresas en el Perú son MYPES, tan sólo el 0.28% está compuesto por Transnacionales y Corporaciones Locales y Medianas empresas.
Las MYPES suman en la actualidad 3.5 millones (Fuente: Diario Oficial El Peruano 25/03/10 pg.24) y generan más del 80% de la empleabilidad actual y aportan con su actividad, emprendimiento y creatividad más del 60% del PBI : su papel es decisivo y clave en el desarrollo del país  y por lo tanto serán fuente de una RSE desde el Perú para el Perú.
Ahora bien, cada año se forman 300,000 nuevas MYPES y a la vez cierran 200,000 (por falta de apoyo en la gestión) a las 3.5 millones ya existentes y consolidadas.
Es el espíritu emprendedor, creativo, luchador, de un pueblo que desafía la geografía como las culturas pre incas y la Incaica.
Muchas de las MYPES no están debidamente formalizadas, y esto es un problema actual,  razón por la que el Estado promulgó el año pasado una Nueva Ley MYPES para la simplificación en la y para la Formalización de las mismas, desde el Ministerio de la Producción y Fomento del Empleo. Sin embargo, el tema de la Formalización no es el único ni el principal.

Entonces aquí se presenta un inmenso desafío en lo que a RSE se refiere en el Perú, toda vez que si en la Mediana y Gran Empresa aún se vienen implementando estas políticas, la realidad en las MYPES, que son el grueso en la Economía del país,  el mismo,  pasa por llegar primero a la mayor Formalización de las MYPES, a una mayor articulación de las mismas en el tejido empresarial Nacional, en brindarles herramientas para la competitividad y la Asociatividad para el crecimiento y desarrollo sostenibles: tarea que involucra a todos los sectores: Empresariado, Gobierno Central, Gobiernos Regionales (que cuentan ya con partidas propias producto de transferencias del Gobierno Central, del Canon y Concesiones), los Municipios, la Banca.
Esto es ya de por sí un componente para ser incorporado en las políticas en RSE de la Mediana y Gran Empresa, pero no es suficiente sin el concurso de la sociedad TODA.
Y desde ahí podremos ir desarrollando y extendiendo este concepto en las MYPES, ya Articulado y Transversal.

  1. Cultura Peruana, mestizaje,  Peruanidad: Premisas básicas para la implementación de una política de RSE acorde con nuestra realidad.

Existe UNA “Cultura Peruana”, siendo una realidad compuesta por tantas realidades geográficas,  sociales y etnias disímeles? Cómo es la Cultura Peruana?
Existe una Identidad Nacional?
Al momento de hablar de peruanidad o identidad peruana, vienen primero a nuestra reflexión los conceptos de cultura y civilización.
Para muchos como diría el filósofo e historiador Víctor Andrés Belaúnde (cuyo aporte a la visión de la identidad peruana, a la peruanidad es invalorable a la reflexión sobre el Perú, sobre su historia, sobre su pasado, presente y futuro y su tesis de la Síntesis Viviente que nos acompañará a lo largo de este acápite) “… la cultura tiene un sentido humano y Universal y por lo mismo no puede hablarse de culturas nacionales sino de cultura humana..” (“Peruanidad” Obras Completas V- Comisión Nacional del Centenario pg. 225)
 Sin embargo  y ya para aclararnos  el tema de “cultura” que muchos identifican con el de civilización; continúa el brillante pensador peruano…”La cultura tiene un sentido creador principalmente intelectual y estético; la civilización un sentido técnico y social”
“La palabra cultura…”, continúa…..”…tiene hoy evidentemente un contenido de mayor profundidad y dinamismo que la palabra civilización…” (“Peruanidad” Obras Completas Tomo V- Comisión Nacional del Centenario pg. 225)
Y sentencia, ya sobre el tema de la cultura y de una cultura peruana y dejando entrever un presupuesto antropológico: “La significación ecuménica y humana de la Cultura, para los que sostenemos la identidad fundamental de la naturaleza humana no es incompatible con los matices propios que el desarrollo integral puede tomar en los diversos países o en las diversas épocas. Dentro de esta posición que elude un debate interminable puede hablarse de una cultura peruana, aplicando esta expresión al desarrollo material, social, intelectual, político y moral de nuestra patria” (Idem pg. 225-226)

El magistral historiador Arnold  Toynbee, en su Estudio de la Historia (Buenos Aires EMECE Ed. S.A tIII P. 234-235) dirá Víctor Andrés Belaúnde en Peruanidad… “al analizar el crecimiento de la civilización señala tres elementos: primero el creciente dominio sobre el ambiente humano ,  o sea, la articulación social; segundo, el creciente dominio sobre el ambiente físico y tercero, lo que él llama etherialization, que con más propiedad podría llamarse simplificación o espiritualización…” (Idem pg. 226).
Y para Toynbee, este gigante de la Filosofía de la Historia: “Crecimiento significa que la persona humana o civilización que se desarrolla tiende a hacer su propio ambiente, su propio campo de acción, en otras palabras, el criterio de crecimiento de progreso es el progreso hacia la propia determinación y el crecimiento hacia la propia determinación es una fórmula prosaica para describir el milagro por el cual la Vida entra en el Reino” (Toynbee, Arnold.  Estudio de la Historia Buenos Aires EMECE Ed. S.A tIII P. 234-235)

Para nosotros y asumimos la posición de Víctor Andrés Belaúnde, “la cultura está unida a la acentuación de la personalidad individual y social. El elemento esencial de la personalidad es la unidad. Realidad de unidad, conciencia de unidad y voluntad es nuestra fórmula (las negritas son nuestras)…Este principio de unidad en la sociedad supone una cohesión profunda que domina el espacio y el tiempo y que vive al amparo de normas e ideales comunes. La personalidad es unidad, y la unidad lleva en su esencia finalidades superiores y normas éticas. La esencia de la cultura es ,  por consiguiente, de orden moral. El alma de toda cultura es el factor ético religioso”…(las negritas son nuestras) (“Peruanidad” Obras Completas Tomo V- Comisión Nacional del Centenario pg. 227)

“El alma se vuelca hacia el exterior, aprisiona el paisaje y el medio físico, se lo incorpora y lo asume…El dominio de la tierra es no solamente utilización material sino la inclinación amorosa hacia ella, su conquista por propia dación…” (Idem)
La aproximación a la identidad peruana dependerá mucho de esta aproximación a nuestra historia, y el forjamiento de una identidad ante el encuentro de dos culturas, la Incaica y la Occidental Cristiana.
Para el historiador hay 3 posiciones (todas reduccionistas por cierto): la primera que somos un “calco” de la cultura hispánica, la segunda “autoctonista” que manifiesta una suerte de “mutilación” de nuestra realidad espiritual; la tercera la posición que él denomina “fusionista”, que en sus palabras “…importa apenas una conciliación empírica, un criterio mecánico de fuerza resultante, un concepto igualitario y una valorización falsa respecto a los elementos culturales. De una yuxtaposición o de una fusión de carácter material no puede resultar una personalidad espiritual o cultural…” (Idem pgs. 228-229)
Finalmente, la teoría que asumimos y que es acorde con la data histórica y con la realidad existencial y cultural de lo que somos y tenemos, a saber, “…la teoría de la síntesis viviente…que…”explica los fenómenos de transculturación. La historia de la cultura y de la formación nacional (las negritas son nuestras) nos muestra el proceso( las negritas so nuestras) en que los valores superiores de una cultura, al asumir los elementos de nuevas tierras, determinan nuevos matices culturales por la influencia en que se plasman, creando diversos espíritus nacionales….La asunción es cosa muy distinta de la yuxtaposición o fusión. En la asunción hay un elemento asumente y  otro asumido: la cultura primitiva no desaparece del todo(las negritas son nuestras) ,lo que tiene de bueno y permanente es asimilado e iluminado por la cultura más desarrollada. Entonces cabe explicar la originalidad de la cultura peruana. No es simplemente un reflejo de la cultura hispánica. Es una nueva creación…” (las negritas son nuestras) (Idem.  pg. 229)

Las estadísticas impresionantes de 3 millones y medio de MYPES en el Perú que representan el 99.72% de las empresas en la actualidad así confirman esta “síntesis viviente”, que se refleja en el espíritu emprendedor, innovador, creativo y que desafía toda geografía y situación.  de la identidad peruana.
Y esta “síntesis viviente” no es otra cosa que el proceso de mestizaje, que no puede reducirse a lo racial, es también social, cultural y espiritual y es un proceso constante que se crea y se sigue recreando en lo que el mismo autor ha venido a llamar como el proceso de “ósmosis viviente” y esto se refleja en el emprendimiento continúo, que, en el caso de las MYPES lamentablemente no llegan todas a buen puerto;  al año ,  son 200,000 nuevos emprendimientos que mueren en el intento.
Ahora bien, es innegable, que la presencia de la concepción cristiana del ser humano es fundamental en nuestra historia y es parte de nuestra identidad,  de nuestros valores, está presente en nuestra Constitución que consigna como Derecho primero e inalienable el Derecho a la Vida desde el momento de su Concepción ;nuestros símbolos patrios como el Himno Nacional, el Escudo Nacional, en cada pueblo a lo largo y ancho de nuestro territorio con su diversidad socio cultural, hay un elemento de unidad: la peruanidad, el mestizaje, que es lo que somos.
La realidad actual (basta recorrer la ciudad de Lima y ver el proceso en la  migración o irse a pueblos alejados de nuestra serranía) como los datos históricos y las “cruces” en los cerros de cada camino, las múltiples manifestaciones de “religiosidad popular” nos demuestran que el catolicismo es parte de nuestra cultura e identidad, así se quiera negar: la realidad es contundente.
Las diversas corrientes racionalistas, cartesianas de la Ilustración; el empirismo; el positivismo comtiano; el mecanicismo (que ve al ser humano como una pieza más del aparato productivo); el antagonismo hegeliano (llevado a lo social por Marx y Engels, a la “praxis” como sostenían, que tanto han y siguen desangrando al mundo y desangraron a nuestra patria con el Maoísmo radical en los grupos genocidas terroristas Sendero Luminoso y MRTA), el existencialismo nihilista post guerras; el relativismo como los fundamentalismos religiosos,  atentan contra este concepto de nuestra identidad que es un concepto de unidad basado en Valores comunes a todos los peruanos más allá de las diferencias.
Y estas corrientes a las que se suman hoy el hedonismo, los reduccionismos del ser humano a procesos materiales y químicos (hasta el amor ha quedado reducido a la “química”), el ateísmo pragmático (agnosticismo), el relativismo absoluto (gran paradoja filosófica) no hacen sino frenar e involucionar al ser humano, es la anti cultura, la cultura de la muerte.

La Premisa sobre el Ser Humano:
Es evidente que toda organización, empresa, asociación, determinará su “core” y su estilo y carisma (que portan los fundadores consciente o subconscientemente) así como su Visión, Políticas y Valores Institucionales a partir de la Visión que tengan sobre el ser humano.
Y no hay política en RSE que no pase primero por esta concepción y premisa elemental.
En  nuestra posición en materia de RSE  proponemos un “Proceso Dinámico” desde dentro de la organización hacia fuera de la misma y no a la inversa.
En este proceso el cliente interno es  el principal “stakeholder” y de la misma forma que tengamos la visión sobre el ser humano, sobre nosotros mismos,  de la misma forma la tendremos sobre los demás.
Por ello es fundamental la Transversalidad  que pasa por  el cliente interno, parte de él y más aún por la concepción antropológica que tengan los cuadros dirigenciales de una Empresa, Organización, Asociación o Institución.
De esta forma, Víctor Andrés Belaúnde nos hablaba de la “Unidad en la diversidad” al referirse a la peruanidad, a nuestra identidad, de la misma manera sostenemos la postura que el ser humano es un ser antes que nada Creado, a Imagen y Semejanza de su Creador con libre albedrío, razón, corazón (como lo entienden los hebreos) y voluntad, llamado a la Felicidad y a un Destino Trascendentes y que es como sostienen el Dr.  Finkler y otros psicológos y corrientes (como la PNL que resalta la unidad entre las ideas fuerza, creencias, nuestro mundo emotivo y las acciones que determinan conductas con sus subsecuentes resultados en nuestras vidas), de nuestras épocas,  una UNIDAD.
El ser humano es una  unidad bio-psico-socio-espiritual, (abarcando bajo el concepto de psyché, el griego, : todo su Universo cognitivo, intelectual, emotivo y volitivo), y,  como sostenía Maslow en su reconocida Pirámide de las Necesidades del Ser Humano, pues no se pueden obviar ninguna de esas necesidades en ninguna de las dimensiones del mismo.
Por ello, una política de RSE que promueva al ser humano y su desarrollo integral debe ser holística y no prescindir de ningún elemento constitutivo del ser humano, llamado a un destino Trascendente y a la realización y a una vida Digna y de desarrollo y promoción humanos, con inclusión en el mundo del trabajo y el respeto a todos y cada uno de sus derechos inalienables.
Alfonso Figueroa Alvear
Coordinador General de “SER”: Servicios En Recursos Humanos de la UCSS